miércoles, 17 de octubre de 2012

Interpretaciones de la percepción.

Sé que lo siguiente suena muy trillado, pero no tiene importancia lo sonado que sea.

La vida es un acontecimiento del que no puedes escapar, y no sé cómo, pero a veces sería bueno tener un prolongado momento de descanso de ella. Como cuando sueñas, y no es precisamente establecerse en tus sueños de lo que hablo, sino el momento en que despiertas... Me parece increíble cómo te hace sentir esa pequeña transición entre lo imaginado y lo real, porque parece que la historia fragmentada en tu cerebro es más vívida que lo que vives a diario, es decir, puedes tener un excelente día, y al siguiente lo recuerdas con entusiasmo pero nada más, ya que no puedes regresar el tiempo y lo que viviste fue en tiempo real, en vivo. Sin embargo cuando sueñas, ya sea que fuere excelente o como de una película de terror, pero te sientes movido, tus sentimientos y emociones se aferran de una manera tal que lo vuelves a vivir en carne propia cada detalle, con euforia, como si fuera más que recuerdos, tanto así que puedes hasta sentir que puede pasar de un momento a otro.

Quizás por eso necesitemos dormir, para entonces vivir, más no porque sea un descanso, o un escape temporal de lo que tienes que vivir. Los sueños, de alguna manera y aunque sean astillas de información procesada o sin procesar, no los puedes planear, no los puedes manipular, quizás entonces esto sea la vida, de la que dicen que cada quién controla su destino, porque la vida real, aunque no tampoco lo puedas controlar, perseverantemente te desgastas al querer hacerlo y no vives, sino que sueñas con el día en que lo puedas hacer y que todo salga como en tus sueños. Por otro lado los sueños, sólo los vives, no les tratas de dar orden y el propio desorden incontrolable, lo caótico se vuelve una explosión de expresiones involuntarias sin precedente para la psique.

Imagino como si fuera una vasija de proporciones inexplicables donde se vierte y almacena en su propio compartimiento la vida de cada persona del mundo, como un gran bote de desechos y que cada hecho bueno o malo de la vida se queda guardado para no ocupar espacio en tu alma y los recuerdos sólo son enlaces hacia vislumbrar lo que ayer fue. 

Pero para lo sueños no hay ningún almacén, no hay dónde guardarlos y por eso cuando un sueño se escapa hacia la realidad, entonces sabe a gloria, sabe a lo que estamos inaccesibles involuntariamente.

No estamos aquí porque seamos libres, si estamos aquí es porque no lo somos. "Matrix"

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